sábado, 9 de junio de 2012

Meditando




 

"Escuchar es totalmente diferente de oír. 
Escuchar significa oír sin mente; escuchar significa oír sin ninguna interferencia de tus pensamientos; escuchar significa oír cuando estás totalmente vacío. 
Si tienes sólo un ápice de pensamiento vibrando dentro de ti, olas de sutiles pensamientos rodeándote, no serás capaz de escuchar, aunque seas capaz de oír. Y para escuchar la música, la vieja música, la eterna música, uno necesita estar totalmente callado, como si uno no estuviera. 
Cuando eres, puedes oír; cuando no eres, puedes escuchar." (Osho)


(...) "Cuando toques, transfórmate en tacto, cuando escuches, transfórmate en oídos." (Osho)

Deja a un lado el mundo, por unos instantes, y concéntrate en algo. Un sólo detalle.
Escucha.
Afuera se oye el cantar de los pájaros.
Si olvidas un poco más, escucharás también el sonido de la leve brisa.
Cierra los ojos. Recórrete con tu mente.
Viaja dentro de tí; de la misma manera que la sangre que corre por tus venas. Sale de lo más profundo de tu corazón y llega a todos y cada uno de los puntos de tu cuerpo. Desde el dedo más pequeño de tu pie, hasta la punta de tu nariz.

Huele.
Mmm..ese olor a cera me gusta.
Recréate en ello.
Crea por un momento ese mundo.
Ese mundo utópico que imaginas.
Ese mundo onírico.
Créalo. En tu mente todo vale. Haz y deshaz todo cuanto creas conveniente.
Ese mundo a tu medida.
Ese jardín del Edén más bello que el mismo Paraíso.
Ese lugar tuyo. Un lugar sólo para ti. Y para tus cinco minutos del día.

Ahora mueve ligeramente los dedos de los pies.
Los dedos de las manos.
Nota como la sangre sigue fluyendo, igual que la vida, a tu alrededor.

Abre los ojos y pon en práctica tus maravillosas sensaciones.
Vive tu sueño y conseguirás tu realidad.

Y una vez más, "haz lo imposible posible, lo posible fácil, y lo fácil elegante." (M. Feldenkrais)

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